¿Dónde está el camino
cuando las huellas te pesan?,
¿Dónde se quedaron
tus zancadas,
peregrino?
Dime, que lo ignoro:
¿Cómo se transforma
un camino de rosas
en alambre de espino?
Mas con tu mar
embravecida,
me creo aún
lo de los cañones
por banda,
aquello del viento y las velas.
Y pese a la cortina
de densa nube y humo denso
que cubre tu estela,
veo,
aunque no se
si real sea,
un destello de luz,
Un ápice.
Al vino verde
y a tu polvo francés.
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